sábado, 17 de septiembre de 2011

LXXIV. Have A Nice Life | Deathconsciousness





















Deathconsciuosness
©Enemies List. US, 2008.


Desde Middletown, Connecticut-Estados Unidos, aparece este engendro empeñado en desolar con un disco doble tan terrorífico como vital: oscuridad, espacio amurallado, golpeteo metálico y imaginería ocultista, convergen en una producción sólida y totalmente extraña para estos tiempos que corren.
Hay un ambiente post-punk sofocante que recorre los temas de "Deathconsciousness", podría haber sido grabado en la etapa de negrura dark a comienzos de los 80's junto a The Chameleons, Joy Division, And Also the Trees, y los Cure de "Pornography" y sería un clásico, pero no, es 2008 y eso queda de manifiesto en el ruidismo cavernoso de "The Big Gloom", ocho minutos de espesura extrema con voces en penumbra, puro doom noise con bases industriales, un manjar para los que gustan de la oscuridad sin fronteras, sin embargo queda un dejo de nostalgia sobre todo en la interpretación vocal, de donde vendrá no tengo la menor idea.

Dos discos que suman casi dos horas de desesperación, drone, ambientes tenebrosos e inspiración mortuoria, era necesario tanto, no lo sé, pero al parecer estos norteamericanos quieren que no tengas descanso en este dilatado trayecto por las masmorras del sonido oscurecido.
"Telephony" despierta las más profundas honduras del ser con una guitarra que baila por bordes de entendimiento, mientras las voces acarician junto al metal abrasivo de una percusión omnipresente, el resultado es hermoso de todas maneras.
Los han descrito como una mezcla entre My bloody valentine, Skinny Puppy, Sunn o))) y los bajos huracanados de Joy Division, yo creo que van más allá y de seguro tomará un tiempo el acostumbrarse a esta bestial resonancia.
El trabajo se acompaña de un librillo de 75 páginas, escrito por un historiador antiguo, que trata sobre simbología y la muerte, "On An Obscure Text" se llama.
Cuentan que se demoraron 5 años en terminar esta obra sonora maldita, quedará como legado o se desvanecerá, quién sabe. Desde ya deberías escucharla.

Raúl Cabrera H.




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