Desire
©Ralph. US, 1981.
‟La marginalidad como campo de acción y trabajo ha hecho que muchos artistas decidan voluntariamente alejarse de sus lugares de origen para buscar un público más acorde con sus intereses o sus propuestas. Es una constante de la historia de la humanidad, el de ir de un lado a otro, de estar moviendo el alma o la mente hacia otros horizontes. Y en el caso de Tuxedomoon, eso se vino a dar de pasar de San Francisco a Rótterdam, Bruselas y otras ciudades europeas entre 1980 y 1987.
Si bien San Francisco es una ciudad muy particular dentro del panorama artístico y social de Estados Unidos, la banda sentía que había cumplido su ciclo allí y que eran otras personas a las que debí dirigirse. Ya su paso por Ralph Records (de propiedad de The Residents) había encendido la chispa para que la banda arrancara a buscar un frente sonoro nuevo, que vino a darse con el naciente sello belga Crammed. Un subsello dedicado a sus producciones sonoras, llamado Crammed Boy hizo que los expatriados tuvieran ya un lugar preciso donde ser publicados y escuchados. El detonante de ese aprecio europeo por la marginalidad manifiesta que de su música hacía Tuxedomoon, se presenció con este disco de 1981.
Tuxedomoon, expandía su propuesta musical con su manera de unir rock, electrónica, jazz y formas de música contemporánea en este Desire. El homenaje sintetizado a la música para cine de In the name of talent (Italian western No 2), hace que pensemos en que no estábamos listos para todo aquello que se venía en aquel momento. Desire fuye un disco que conmovió al público europeo, que empezó a darse cuenta de quiénes eran estos norteamericanos que habían escogido este lugar en el mundo para componer y hacer sus cosas. Han pasado más de 25 años desde cuando este disco se lanzó, siendo nombrado frecuentemente por varias personas. Así como aquí sonaban al futuro, también retomaban sus raíces de banda desadaptada del circuito punk y new wave norteamericano.
No deja de ser reconfortarte reconocer la diferencia de Tuxedomoon, quienes desde los setenta enfocaron su obra hacia aquello que otros no se atrevieron a hacer o aquello que otros menospreciaron. Al fin de cuentas, Tuxedomoon cumplió 30 años de vida musical en el 2007 y este disco, ya casi cumplirá 30 años. No estamos viejos, no estamos jóvenes, simplemente no somos.‟
Si bien San Francisco es una ciudad muy particular dentro del panorama artístico y social de Estados Unidos, la banda sentía que había cumplido su ciclo allí y que eran otras personas a las que debí dirigirse. Ya su paso por Ralph Records (de propiedad de The Residents) había encendido la chispa para que la banda arrancara a buscar un frente sonoro nuevo, que vino a darse con el naciente sello belga Crammed. Un subsello dedicado a sus producciones sonoras, llamado Crammed Boy hizo que los expatriados tuvieran ya un lugar preciso donde ser publicados y escuchados. El detonante de ese aprecio europeo por la marginalidad manifiesta que de su música hacía Tuxedomoon, se presenció con este disco de 1981.
Tuxedomoon, expandía su propuesta musical con su manera de unir rock, electrónica, jazz y formas de música contemporánea en este Desire. El homenaje sintetizado a la música para cine de In the name of talent (Italian western No 2), hace que pensemos en que no estábamos listos para todo aquello que se venía en aquel momento. Desire fuye un disco que conmovió al público europeo, que empezó a darse cuenta de quiénes eran estos norteamericanos que habían escogido este lugar en el mundo para componer y hacer sus cosas. Han pasado más de 25 años desde cuando este disco se lanzó, siendo nombrado frecuentemente por varias personas. Así como aquí sonaban al futuro, también retomaban sus raíces de banda desadaptada del circuito punk y new wave norteamericano.
No deja de ser reconfortarte reconocer la diferencia de Tuxedomoon, quienes desde los setenta enfocaron su obra hacia aquello que otros no se atrevieron a hacer o aquello que otros menospreciaron. Al fin de cuentas, Tuxedomoon cumplió 30 años de vida musical en el 2007 y este disco, ya casi cumplirá 30 años. No estamos viejos, no estamos jóvenes, simplemente no somos.‟
Owai
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