Script Of The Bridge
©Statik. UK, 1982.
‟Que la valoración de la música se basa casi por completo en apreciaciones subjetivas es algo que a estas alturas ya ni me atrevo a cuestionar. Sin embargo, los razonamientos por los cuales se encumbran bandas y se condena a otras al cajón del olvido son, a menudo, incomprensibles para mí.
Uno de los casos más lacerantes es el de este conjunto de Manchester, relegado a ser una nota a pie de página en la historia del rock, mientras que los que han explotado su legado casi rozando el plagio -Interpol, Coldplay- o coetáneos suyos con menos enjundia -Depeche Mode, U2- venden discos como churros o hacen que la gente duerma al raso para ir a un concierto suyo.
La comparación con estos últimos es de recibo. Las texturas ensoñadoras, el sonido de guitarra reverberante, el sentido de la solemnidad de las canciones, a veces rayando en la afectación y la pomposidad ... Incluso el timbre de voz de Mark Burguess es sorprendentemente parecido al de Bono. Todos estos elementos sitúan a the Chameleons en la misma liga que los irlandeses. El factor decisivo, en mi opinión, es que en la música de los de británicos hay mucha más honestidad, fuerza, tensión, riesgo y emoción pura que las que se pueden encontrar en The unforgettable fire, War o The Joshua tree.
"The script of the bridge" fue el primer acto de una corta pero intensa discografía. Nació de la grisura de la Inglaterra tatcheriana, así que lo que abunda en él son las expresiones de desolación y vacío existencial que acuciaban a cierta juventud de la época. La misma juventud que encontró un reflejo en las letanías de Joy Division o en la melancolía abúlica de The Smiths. Desde el cañonazo post-punk que abre el disco hasta el precioso epílogo que es "View from a hill", este disco es una referencia ineludible en su género y una obra de obligada escucha y sobredosis para los fans de la ola fría de principios de los ochenta (Echo and the Bunnymen, the Cure, Bauhaus, Teardrop Explodes,etc). A reivindicar.‟
Uno de los casos más lacerantes es el de este conjunto de Manchester, relegado a ser una nota a pie de página en la historia del rock, mientras que los que han explotado su legado casi rozando el plagio -Interpol, Coldplay- o coetáneos suyos con menos enjundia -Depeche Mode, U2- venden discos como churros o hacen que la gente duerma al raso para ir a un concierto suyo.
La comparación con estos últimos es de recibo. Las texturas ensoñadoras, el sonido de guitarra reverberante, el sentido de la solemnidad de las canciones, a veces rayando en la afectación y la pomposidad ... Incluso el timbre de voz de Mark Burguess es sorprendentemente parecido al de Bono. Todos estos elementos sitúan a the Chameleons en la misma liga que los irlandeses. El factor decisivo, en mi opinión, es que en la música de los de británicos hay mucha más honestidad, fuerza, tensión, riesgo y emoción pura que las que se pueden encontrar en The unforgettable fire, War o The Joshua tree.
"The script of the bridge" fue el primer acto de una corta pero intensa discografía. Nació de la grisura de la Inglaterra tatcheriana, así que lo que abunda en él son las expresiones de desolación y vacío existencial que acuciaban a cierta juventud de la época. La misma juventud que encontró un reflejo en las letanías de Joy Division o en la melancolía abúlica de The Smiths. Desde el cañonazo post-punk que abre el disco hasta el precioso epílogo que es "View from a hill", este disco es una referencia ineludible en su género y una obra de obligada escucha y sobredosis para los fans de la ola fría de principios de los ochenta (Echo and the Bunnymen, the Cure, Bauhaus, Teardrop Explodes,etc). A reivindicar.‟
I Love Riots
0 comentarios:
Publicar un comentario